miércoles, 6 de febrero de 2013

Trastorno que afecta mucho a la calidad de vida

Trastorno neurológico que deteriora mucho la calidad de vida de la persona afectada y de su familia Se estima que es un problema de salud pública grave, debido a la cantidad de personas afectadas tanto por la enfermedad como por los efectos de ésta en las familias y la sociedad en general. En México alrededor de 20 por cada mil personas padecen esta enfermedad. Se desconoce el origen de este problema neurológico que no es contagioso, no ocasiona retraso mental y el índice de muertes por esta enfermedad es muy bajo. Sin embargo el padecimiento es muy peligroso por los riesgos de sufrir un accidente durante las crisis convulsivas, por lo que este problema es muy inquietante para los familiares, que viven con temor de que algo le suceda a la persona que sufre los ataques. Algunos de los factores que podrían estar relacionados son su origen son complicaciones en el embarazo o parto, traumatismos o golpes en el cráneo o infecciones en el sistema nervioso central. La epilepsia es una condición en la que se presentan ataques o crisis recurrentes definidas como un desorden o problema cerebral que provoca descargas neuronales cerebrales anormales y se manifiesta con convulsiones y puede haber o no pérdida de la conciencia. Se presentan a lo largo de un periodo de la vida del individuo y puede ocurrir a cualquier edad, ya que aunque es más frecuente que este problema aparezca en la infancia, hay casos en que los ataques se presentan en la edad adulta. Se considera que aunque hasta el 10 % de la población presenta en algún momento de su vida crisis epileptiformes, solamente entre el 1 a 3% llegan a desarrollar epilepsia. Las crisis cuando se presentan con mucha frecuencia y son muy agudas o generalizadas, pueden llegar a ocasionar algún tipo de daño mental, por lo que es importante su tratamiento oportuno. Cuando se hace el diagnóstico de epilepsia, deben ser eliminados otro tipo de crisis convulsivas que ocurren ante un problema metabólico agudo como es la hipoglicemia, hipomagnesemia o la hipocalcemia o ante una agresión o alteración abrupta al sistema nervioso central provocado por un trauma o golpe craneal o por la supresión alcohólica. De igual manera en los niños con crisis debe descartarse, que la fiebre sea la causa desencadenante. Sin embargo hay tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, que ayudan a controlar el padecimiento y solamente en algunos casos, dependiendo del tipo de crisis que tiene en enfermo, se requiere de una cirugía. Entre las recomendaciones para atender a una víctima de una crisis convulsiva, están: - Conservar la calma y cuidar que la persona que convulsiona no se golpee con ningún mueble y objeto cercano. - No sujetarla con fuerza, para permitir que el cuerpo se mueva libremente. - NO introducir pañuelos, dedos u otro objeto en la boca con el fin de prevenir que la persona se muerda la lengua. - Colócala boca abajo, con su cabeza hacia un lado para evitar que pueda ahogarse. - Aflójale la ropa, sobre todo en el cuello y permanece a su lado hasta que la crisis haya pasado y la persona recupere la conciencia. - No mojar, golpear, frotar con alcohol o tratar de detener la crisis. - Si la crisis dura más de 5 minutos, acude rápidamente con el médico especialista, ya que las crisis prolongadas pueden ocasionar daños graves en el cerebro.

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