jueves, 7 de febrero de 2013

Remisión Vs. Curación de la Epilepsia


En algunos pacientes, si se han controlado completamente los ataques epilépticos por varios años, es posible una reducción y eliminación de las medicinas anticonvulsivas. Esto debe hacerse siempre muy lentamente y bajo cuidadosa supervisión médica. Los individuos quienes no han sufrido ataques o convulsiones durante varios años pueden hablar con su médico acerca de los riesgos y beneficios de retirar el tratamiento.

Una curación verdadera para la epilepsia no ha sido inventada. La mayoría de las personas con epilepsia, sin embargo, controlan los ataques o convulsiones mientras tomen el medicamento con regularidad. Además del ciudado por un médico experto requiere la activa cooperación del paciente, para tomar el medicamento regularmente y como ha sido recetado.

Si el paciente, en colaboración con su médico decide suspender el tratamiento, deben tomar en cuenta la posibilidad que en cualquier momento los ataques pueden regresar.

Algunos individuos, sin embargo, permanecen sin convulsiones después de retirar el tratamiento. Muchas otras personas con epilepsia, sin embargo, deben tomar medicamentos antiepilepticos por muchos años.

miércoles, 6 de febrero de 2013

¿Qué se debe hacer para ayudar a alguien que está sufriendo un ataque de epilepsia con convulsiones?

1. Conserve la calma y trate de tranquilizar a los que estén a su alrededor. Verifique si la persona afectada tiene un brazalete de identificación médica.
2. Coloque algo acolchado debajo de su cabeza.
3. Quite cualquier objeto peligroso que se encuentre cerca de la persona, para evitar que se golpee.
4. Aflójele cualquier ropa ajustada alrededor del cuello, como una corbata o camisa.
5. Gire levemente a la persona hacia un lado, para que su saliva fluya hacia fuera y no le dificulte la respiración.
• NO le coloque nada en la boca.
• NO intente sujetarle la lengua con una cuchara u otro objeto. NO existe riesgo alguno de que pueda tragarse la lengua.
• NO le eche agua en la cara ni le dé de a beber agua para traerlo en sí.
• NO intente sujetarlo para controlar sus movimientos.
6. Manténgase al lado de la persona hasta que su respiración vuelva a la normalidad y se haya levantado del suelo.
7. Ofrézcale acompañarlo o llevarlo hasta su casa si no sabe dónde se encuentra. Es normal que algunas personas queden confundidas después de un ataque.NO existe riesgo alguno de que pueda tragarse la lengua.
• NO le eche agua en la cara ni le dé de a beber agua para traerlo en sí.
• NO intente sujetarlo para controlar sus movimientos.
6. Manténgase al lado de la persona hasta que su respiración vuelva a la normalidad y se haya levantado del suelo.
7. Ofrézcale acompañarlo o llevarlo hasta su casa si no sabe dónde se encuentra. Es normal que algunas personas queden confundidas después de un ataque.

La epilepsia infantil

La epilepsia es una enfermedad que por lo general, se empieza a desarrollar en la infancia y que no tiene un origen o causa específica, pero que sin duda ocasiona mucha tensión y temor a los padres o personas cercanas a los niños.
Cuando la epilepsia inicia antes de los 18 años se considera de inicio temprano y se asocia a problemas de desarrollo, cuando se presenta después de esta edad, se asocia a problemas adquiridos como traumas o golpes, tumores o enfermedad vascular cerebral.

Por lo general, los niños propensos a desarrollar epilepsia pueden experimentar su primera convulsión durante alguna enfermedad viral y/o al presentar fiebre.

Entre los síntomas comunes de la epilepsia infantil está la presentación de convulsiones que se afectan sin motivo aparente durante las primeras horas de la mañana y que se acompañan con sensación de mareo.

Antes de un ataque o crisis, en ocasiones suelen presentarse cambios de humor, irritabilidad, dolor de cabeza y algunos cambios sutiles de la personalidad, lo que para muchos padres, es una gran ayuda para predecir eventos y poderse preparar para atenderlos adecuadamente ya que una vez iniciados no se pueden detener, sino únicamente controlar los factores externos que pudieran representar un peligro durante la crisis.

El tratamiento primario de niños con epilepsia es fundamentalmente a base de medicamentos anti-convulsivantes, sin embargo existe también un tratamiento conocido como Estimulación del Nervio Vago, que ha resultado ser muy efectivo y se basa en la utilización del sistema NeuroCybernetic Prótesis, que consiste en la colocación de un generador de pulsos, con cables bipolares, vara programadora e imanes para sostener con las manos y que tiene como finalidad controlar la intensidad de las convulsiones.

También es importante para la tranquilidad de los padres, el saber que no todas las convulsiones que se presentan durante la infancia son por epilepsia, ya que muchos trastornos diversos que si bien hay que atender, la mayoría no son de gravedad y pueden originarlas. Entre ellos están los cardiovasculares que pueden deberse desde espasmos del sollozo provocados por berrinches y llantos incontrolables, hasta problemas por alteraciones del sueño y musculares, síncopes o desmayos, tics, migrañas, miedo, efectos de algunos medicamentos, envenenamientos, golpes y otros problemas más.

Trastorno que afecta mucho a la calidad de vida

Trastorno neurológico que deteriora mucho la calidad de vida de la persona afectada y de su familia Se estima que es un problema de salud pública grave, debido a la cantidad de personas afectadas tanto por la enfermedad como por los efectos de ésta en las familias y la sociedad en general. En México alrededor de 20 por cada mil personas padecen esta enfermedad. Se desconoce el origen de este problema neurológico que no es contagioso, no ocasiona retraso mental y el índice de muertes por esta enfermedad es muy bajo. Sin embargo el padecimiento es muy peligroso por los riesgos de sufrir un accidente durante las crisis convulsivas, por lo que este problema es muy inquietante para los familiares, que viven con temor de que algo le suceda a la persona que sufre los ataques. Algunos de los factores que podrían estar relacionados son su origen son complicaciones en el embarazo o parto, traumatismos o golpes en el cráneo o infecciones en el sistema nervioso central. La epilepsia es una condición en la que se presentan ataques o crisis recurrentes definidas como un desorden o problema cerebral que provoca descargas neuronales cerebrales anormales y se manifiesta con convulsiones y puede haber o no pérdida de la conciencia. Se presentan a lo largo de un periodo de la vida del individuo y puede ocurrir a cualquier edad, ya que aunque es más frecuente que este problema aparezca en la infancia, hay casos en que los ataques se presentan en la edad adulta. Se considera que aunque hasta el 10 % de la población presenta en algún momento de su vida crisis epileptiformes, solamente entre el 1 a 3% llegan a desarrollar epilepsia. Las crisis cuando se presentan con mucha frecuencia y son muy agudas o generalizadas, pueden llegar a ocasionar algún tipo de daño mental, por lo que es importante su tratamiento oportuno. Cuando se hace el diagnóstico de epilepsia, deben ser eliminados otro tipo de crisis convulsivas que ocurren ante un problema metabólico agudo como es la hipoglicemia, hipomagnesemia o la hipocalcemia o ante una agresión o alteración abrupta al sistema nervioso central provocado por un trauma o golpe craneal o por la supresión alcohólica. De igual manera en los niños con crisis debe descartarse, que la fiebre sea la causa desencadenante. Sin embargo hay tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, que ayudan a controlar el padecimiento y solamente en algunos casos, dependiendo del tipo de crisis que tiene en enfermo, se requiere de una cirugía. Entre las recomendaciones para atender a una víctima de una crisis convulsiva, están: - Conservar la calma y cuidar que la persona que convulsiona no se golpee con ningún mueble y objeto cercano. - No sujetarla con fuerza, para permitir que el cuerpo se mueva libremente. - NO introducir pañuelos, dedos u otro objeto en la boca con el fin de prevenir que la persona se muerda la lengua. - Colócala boca abajo, con su cabeza hacia un lado para evitar que pueda ahogarse. - Aflójale la ropa, sobre todo en el cuello y permanece a su lado hasta que la crisis haya pasado y la persona recupere la conciencia. - No mojar, golpear, frotar con alcohol o tratar de detener la crisis. - Si la crisis dura más de 5 minutos, acude rápidamente con el médico especialista, ya que las crisis prolongadas pueden ocasionar daños graves en el cerebro.